Interrelación e interdependencia de objetos, atributos, acontecimientos y otros aspectos similares. Toda teoría de los sistemas debe tener en cuenta los elementos del sistema, la interrelación existente entre los mismos y la interdependencia de los componentes del sistema. Los elementos no relacionados e independientes no pueden constituir nunca un sistema.
Totalidad: El
enfoque de los sistemas no es un enfoque analítico, en el cual el todo se
descompone en sus partes constituyentes para luego estudiar en forma aislada
cada uno de los elementos descompuestos: se trata más bien de un tipo
gestáltico de enfoque, que trata de encarar el todo con todas sus partes
interrelacionadas e interdependientes en interacción.
Búsqueda de objetivos:
Todos los sistemas incluyen componentes que interactúan, y la interacción hace
que se alcance alguna meta, un estado final o una posición de equilibrio.
Insumos y productos:
Todos los sistemas dependen de algunos insumos para generar las actividades que
finalmente originaran el logro de una meta. Todos los sistemas originan algunos
productos que otros sistemas necesitan.
Transformación:
Todos los sistemas son transformadores de entradas en salidas. Entre las
entradas se pueden incluir informaciones, actividades, una fuente de energía,
conferencias, lecturas, materias primas, etc. Lo que recibe el sistema es
modificado por éste de tal modo que la forma de la salida difiere de la forma
de entrada.
Entropía: La
entropía está relacionada con la tendencia natural de los objetos a caer en un
estado de desorden. Todos los sistemas no vivos tienden hacia el desorden; si
los deja aislados, perderán con el tiempo todo movimiento y degenerarán,
convirtiéndose en una masa inerte.
Regulación: Si
los sistemas son conjuntos de componentes interrelacionados e interdependientes
en interacción, los componentes interactuantes deben ser regulados (manejados)
de alguna manera para que los objetivos (las metas) del sistema finalmente se
realicen.
Jerarquía:
Generalmente todos los sistemas son complejos, integrados por subsistemas más
pequeños. El término "jerarquía" implica la introducción de sistemas
en otros sistemas.
Diferenciación:
En los sistemas complejos las unidades especializadas desempeñan funciones
especializadas. Esta diferenciación de las funciones por componentes es una
característica de todos los sistemas y permite al sistema focal adaptarse a su
ambiente.
Equifinalidad:
Esta característica de los sistemas abiertos afirma que los resultados finales
se pueden lograr con diferentes condiciones iniciales y de maneras diferentes.
Contrasta con la relación de causa y efecto del sistema cerrado, que indica que
sólo existe un camino óptimo para lograr un objetivo dado. Para las
organizaciones complejas implica la existencia de una diversidad de entradas
que se pueden utilizar y la posibilidad de transformar las mismas de diversas
maneras
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